lunes, 31 de marzo de 2014

Nunca

"NUNCA", Huelva Información, 17-3-14



Nunca ocurrirá que las mujeres alcancen la igualdad laboral si son gravosas para el empleador (o empleadora, que la codicia no conoce género). Traduzcamos a la lengua de la calle; si a mí me sale más barato contratar a un santo varón: ¿por qué iba a perder peculio con una hembra? Objetivamente, en las circunstancias actuales, una mujer casada, en pareja, con familia o como se quiera, es más problemática para las ganancias de una empresa que su correspondiente marido, compañero o lo que sea. No estoy tomando partido sino constatando hechos conocidos; ni prescindo de las parejas homosexuales, la incidencia no será importante y, para lo que voy a defender, da igual.
Sólo se alcanzará la igualdad real cuando el hombre comparta las responsabilidades de los hijos y la casa, que siguen siendo terreno femenino, y eso sólo se conseguirá cuando quien contrate no vea la diferencia —ventajosa— de escoger a uno frente a otra; traduzco de nuevo: cuando pague lo mismo cogiendo al varón o a la hembra. Una "mujer embarazada" debe ser —entiéndase y aplíquese lo dicho a cada caso particular— una "pareja embarazada". Lo progresista, además de las campañas de propaganda para sensibilizar, es exigir que la riqueza de un país redunde en igualdad de oportunidades y en un reparto equilibrado y justo, como prevé esa Constitución que todos enarbolan y nadie lee.
Crecer económicamente es vivir mejor, no ser más ricos. Tener un primer hijo con treinta años largos no es un avance social; como no lo es tener sólo uno porque la vida se nos complica. Tener un tope para poder hacer carrera en tu oficio, aunque sea transparente, es una traba con la que se enfrentan la mayoría de las mujeres valiosas y ambiciosas. Si el hueco del Gobierno para conseguir la igualdad es obligar a dar a los hombres todas las "ventajas" de la maternidad, que paguen las empresas y la Administración, porque eso es crecimiento bien estructurado, es sociedad beneficiada y beneficiante, un empleado bien pagado y bien tratado consume y rinde.
Una persona (casi siempre mujer) que trabaje en su casa, debería tener derecho automáticamente a la mitad de los ingresos que entran en el hogar. Y poder cotizar para tener todo lo que laboralmente le sea connatural, incluida una pensión; así no dependería de un hombre, porque ésta es la única manera de dignificar un trabajo en casa que es la base de una parte importante de la economía real de este país. Y es la única forma de hacer sentir a un hombre, ya se sabe: cansado y meando en el borde de la taza, que el hogar es cosa suya. ¿No es trabajar ser ama de casa? Nunca lo será si no nos sacrificamos todos; que no nos engañen más, que con el trabajo y los recortes estamos pagando y manteniendo las ganancias de algunos, en vez de ser más felices.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Esto es la guerra

"ESTO ES LA GUERRA", Huelva Información, 10-3-14




Ucrania es un gigantesco dolor, por cierto muy racista; es curioso lo poco que duelen los muertos iraquíes, afganos, los orientales o los negros africanos y, sin embargo, lo estremecedores que son éstos tan blancos, rubios incluso. Son cadáveres de otra pasta, y entiéndase lo de “pasta” en toda su amplitud.
¿Cuántas vidas vale una patria? Mi hijo pequeño cantaba el otro día el himno andaluz, eco de su obligatoria jornada reivindicativa en la escuela, y decía que los andaluces queremos “volver a ser lo que fuimos”; yo le pregunté qué fuimos y él me contestó: “No sé”. Ya, el himno es casi inocuo, pero nunca he entendido una patria que no sea la Historia de una Cultura, y siempre he considerado que la Educación debe aspirar al Humanismo, a la ciudadanía universal guiada por la Razón. Intentar transmitir la emoción del himno o la bandera es una buena forma de azuzar el irracionalismo con estímulos simples. Ningún nacionalismo tiene fundamento histórico; por contra, la Historia enseña que las patrias son cambiantes y obedecen más a intereses estratégicos que a idearios filantrópicos. Los patriotas tienen su dinero en Suiza.
“No hallo manera de sumar individuos” decía Antonio Machado; un muerto, una vida truncada ¿es menos que Crimea, Cataluña, Andalucía, España? Preguntemos a sus padres... Entiendo al Obama de este caso (en otros no le tembló el pulso); negociar, tragar orgullo, todo eso merece la pena si se salva una sola vida. Que Putin es un peligro para el mundo, no es necesario explicarlo; pero un gobernante es nadie si no tiene peones debajo, la extrema derecha late en las imágenes de Ucrania embozada, fanática, obediente... cuidado. El incremento del debate nacionalista en Europa o en España, sumado al paro y la precariedad, a un paulatino desprecio por la erudición y un empobrecimiento de la actividad intelectual hasta la mediocridad generalizada, hacen posible la aparición de los fascismos, del nazismo, de los violentos y los paramilitares que encuentran en la simbología castrense malmetida una vía de escape para su frustración. La religión popular, el folklore y el fútbol son otra vez nuestras señas de identidad; ahí están los peones que esperan al Iluminado.
Cómo será España dentro de 20 años: la enseñanza dedicada a construir obreros medio cualificados, la Universidad al servicio de empresas, corrupción como esencia del sistema público y privado, salarios de subsistencia, políticos propagandistas, una prensa colaboracionista, enfrentamientos entre la ikurriña, la senyera, la Bandera Nacional, etc., el desprecio a la Alta Cultura por ser de élite (¡como si hubiera otra!)... Pesimista, me llaman. Por favor: ¡Que alguien pare la guerra!

domingo, 16 de marzo de 2014

Enjuague

"ENJUAGUE", Huelva Información, 3-3-14



Al escribir, tengo en la cabeza rondando a un par de comerciantes a los que fui a comprar algo. Ninguno tenía en la tienda lo que buscaba; ambos adujeron razones similares, el movimiento económico es mínimo y las empresas distribuidoras sólo admiten pago por adelantado. Buenos profesionales, me miran frustrados disculpándose, y como oyera ayer el supuesto debate sobre el estado de la Nación: pues me cabreo.
Quién no sabía lo que diría Rajoy... Quién no lo de Rubalcaba... Y también sabíamos que el Presidente le daría en toda la boca con lo hecho por el impresentable PSOE del último Ejecutivo; y que el líder opositor negaría toda la engañifa del impresentable PP del actual Gobierno. Todo huele a enjuague puro y duro; ora por la complacencia personal de cada cual, ora por esta negociación tácita que consiste en batirse en público para mejor defender las miserias con que nos obsequian.
Y no hay que irse muy lejos, ahí tenemos en el consistorio onubense al señor Moro sacando punta a las bolas de billar, explicando que Gabriel Cruz le exige las maneras políticas que no ejercía cuando tenía responsabilidades como delegado de Obras Públicas de la Junta, a cuento de las obras en el Torrejón; y Cruz le contesta que ni él ni ningún cargo político (por qué recalcaría esto dos veces, ¿para no mentir a sabiendas?...) se ha llevado un céntimo en esa gestión. Y el señor Rodríguez, de la IU denunciante, recula acusando a Moro de sacar partido político del asunto.
No se enteran. ¡Que queremos absoluta transparencia y penas de cárcel! Moro debe ir a los Tribunales si hay algo, Cruz poner toda la documentación al servicio de un Juez y Rodríguez ser consecuente. Siguiendo su lógica, ¿busca Moro políticos que le critiquen la terrorífica gestión económica en el Ayuntamiento de Huelva sólo si no pueden ser acusados de lo mismo? Interesa la honradez, no el “y tú más”.
En esa asignatura moribunda, Ciudadanía, se enseña a los chavales que las obligaciones éticas no dependen de lo que hagan los demás sino de tus valores y tu compromiso con la Razón; quedan aquí expuestas, pues, la madurez de los tres, su altura ética y su formación. Obviamos el dolo, que es un concepto jurídico muy rico.
La Realidad del Estado es la proletarización de un amplio sector de la población; el enriquecimiento desorbitado de unos cuantos; la pauperización de los Servicios Públicos; el rescate de la banca y sus beneficios actuales; una tasa del 28% de pobreza; y que ni la Junta ni el Ayuntamiento han puesto el “cuidado” necesario en la gestión del dinero público para reparar el Torrejón. Quizá por eso votan por unanimidad ahora, para disimular sus “pérdidas”.

sábado, 1 de marzo de 2014

Azafatas de pelotas

"AZAFATAS DE PELOTAS", Huelva Información, 24-2-14



En España no dimite ni Dios, y motivos hay. En España nadie cesa a nadie, y es peor porque habiendo causa para un cese el asunto es más serio, lo otro es honor... Pongamos que Fernández Díaz no se ha enterado de lo ocurrido en nuestras lindes, que el presidente Vivas se cree su alardeo de transparencia en los incidentes de la frontera ceutí (eufemismo por quince muertos), o comulguemos las medias verdades del Delegado del Gobierno, así podríamos ir enumerando las estupideces a las que nos tienen acostumbrados los políticos y periodistas enervados de esta democracia "light", en la que llamamos realidad a un rollo macabeo que no se creen ni los que dicen, ni los que escriben, ni los que leen.
Pero, cuando uno es Director de la Guardia Civil, está feo salir en calzoncillos a la palestra; y don Arsenio Fernández de Mesa ha olido demasiado a taberneo cuando recomendó (fea palabra para su cargo) a las ONG preocuparse más de los pobres Guardias Civiles y menos de los feos inmigrantes. Verá, don Arsenio: debería mezclar menos las churras y dedicarse más a las merinas, porque esa benemérita apología tan despreciativa suena al rancio "Haga como yo, no se meta en política", que decía don Francisco el de los cuarenta años. No entiendo un país en el que al cantar esto no te cesan sino te justifican.
Un tercio de la riqueza del continente africano sale sin problemas para viajar a paraísos fiscales y Europa. Y no he visto todavía pegar un mojamazo a ningún marchante de diamantes. Es muy peligroso equiparar emigrante a delincuente (o a rojo o a judío). Claro que hay que regular el paso entre países, pero también hay que preguntarse si la apertura de las fronteras económicas (¡ah, la Globalización!) no habrá sido inversamente proporcional a libertad de movimiento de los pobres, que aquí sólo se le ponen pegas al desgraciado y nosotros, menos mirar ya a otra parte, deberíamos hacer política en serio para África, empezando por perseguir los dineros manchados de sangre.
Mr. Rajoy: No se trata de acusar a la Guardia Civil, de no ser patriota o de pelear contra la pérfida Europa; se trata de averiguar si una orden superior precipitó una catástrofe humanitaria, o si a alguien se le fue el gatillo disparando pelotas de gomas a un náufrago: depurar las responsabilidades. Por eso hay que cesar al Arsenio, por no estar a la altura democrática de esta ciudadanía; y detrás a todos cuantos esquivan la legislación aplicable a esos casos y los que quieren modificar la Ley "ad hoc" para el futuro. Y qué me dicen de Imbroda, Presidente popular en Melilla: que les pongamos azafatas a los que intentan colarse en la Europa nuestra del mal-estar... De pelotas, vamos.