jueves, 20 de noviembre de 2014

Cultura consecuente

CULTURA CONSECUENTE, Huelva Información, 10-11-14



Un 24% de los jóvenes andaluces piensan que el lugar natural de una mujer es la casa y la familia, un 60% de las jóvenes han acusado algún tipo de maltrato por las redes sociales, un 25% son controladas a través del móvil y un 10% de los muchachotes creen que las decisiones importantes familiares son cosa del padre, lo dice el informe Andalucía Detecta.
No hace falta ser un lince (raro animal) para relacionar estos datos con el descenso de nivel cultural constatable en nuestra enseñanza obligatoria, que promueve analfabetos funcionales sin que nadie lo remedie. Pero no voy a culpar sólo al político, las televisiones han convertido en estrellas a ignorantes que lucen con orgullo ese mérito; la música popular se ha convertido en un circo acrobático, la música clásica de cámara languidece, la sinfónica fenece y la ópera se lleva los presupuestos para caballeros y caballeras que lucen sus galas mientras el tejido musical se desangra en bandas con repertorios terroríficos de marchas militares de Semana Santa. Leer es de lerdos y los lectores pocos consumen la basura diseñada por grupos editoriales: guerracivilistas progres, amores tardofranquistas conservadores, poesía urbana para modernas y letra vulgar para el vulgo. La Cultura se ha convertido en un ornamento más o menos inútil, visten más un par de tetas gomosas o un tatuaje en japonés recorriendo una espalda sobremusculada.
La Cultura es peligrosa para el sistema de vigencias, no interesa. Voy a ser claro y polémico: tradición y cultura son contradictorios, en España hemos decidido que saber está bien siempre y cuando no destruya la fe (imposible), siempre y cuando no destruya el folklore (imposible), siempre y cuando no altere el orden social y económico (imposible)... Es decir, que la religión, las fuerzas vivas del pueblo y el poder económico naturalmente conservadores campan otra vez a sus anchas.
La Cultura ha de ser consecuente. No leemos para ser más listos o darnos imagen, sino para ser más críticos, la Biblia no es para aprender a proteger a un visitante de unos violadores entregando un par de hijas vírgenes, sino para captar alegorías y dobles sentidos en nuestros literatos. Es un Derecho Humano acceder a la Cultura; muchos padres se atribuyen el derecho de educar a su prole con sus valores, pero eso debería estar prohibido, porque terminamos arrancando clítoris, enseñando pañuelos con restos de hímenes o amenazando con infiernos, debemos empezar a exigir a la sociedad española la responsabilidad de vivir acordes a nuestros conocimientos y sacar las consecuencias éticas, ni un duro para absurdos y sí para la crítica y la dinámica social, para la exigencia. Hay que exigir a la ciudadanía, sólo con el esfuerzo acabaremos con la corrupción integral de esta tumefacta España sin ventura.

Indefensos

INDEFENSOS, Huelva Información, 3-11-14



Hay quien no lo quiere ver. Los tiempos están cambiando. El enésimo informe de Cáritas y la actitud de los partidos tradicionales respecto de la corrupción y la economía, nos llevan al desespero. Las fortunas crecen cada año más en detrimento de la capacidad de un alto porcentaje de la población y, lo peor, el poder real no se atreve a poner en duda el mecanismo de esta sinrazón.
Nos niegan ver la salida a tanta indignidad económica (lujo frente a necesidad) asumida ya como normalidad, y miserablemente llegamos a prohibir sacar comida de los contenedores de basura sin reparar al hambriento, bajamos los impuestos para ser "atractivos" al capital o para promover la inversión... ¡sacándolo de los ingresos de quienes sólo aspiran a la subsistencia!
Ahora hay otra vez dos bandos (miedo me da), el del continuismo y el de los que quieren volver a la Política de verdad, porque no es cuestión de gestión y economía, ése es el engaño: ésa es la puerta de la corrupción y el robo, el manejo del dinero sin trabas, somos débiles y se nos enseña a mangar desde niños... porque si no: se lo lleva otro. No seamos hipócritas, el político español es una imagen especular de la mierda que se mueve en nuestras calles, ¿recordamos las cifras de fraude?
Digo que de esta crisis han resurgido los dos bandos y uno de ellos indefenso y a merced de atracadores sin alma, recomendando recortes y frugalidad para llevárselo mejor y sin vergüenza.
Quién va a asumir el riesgo de frenar el crecimiento económico y afrontar una perspectiva más respetuosa con la dignidad humana, priorizando los principios y la ética frente al triunfo monetario, un sistema más participativo en el que las élites no se sientan con derecho a recibir disculpas de aquellos a los que pisotean, donde el protocolo y los símbolos de la patria o los secesionismos inútiles dejen de ser aspiraciones, el Imperio de una Ley separada del político, un Estado al servicio de la ciudadanía... un mundo más lento, pero más feliz.
Desde luego los partidos conocidos no se están enterando de nada. El PP porque tiene más de la mitad de la prensa española (hasta comprada con dinero negro) intentando frenar la escandalera de corrupción, comisiones y financiación ilegal, y es que no pueden ni negarlo; el PSOE porque hace mucho que perdió toda credibilidad, no le queda un sólo escándalo que probar en los últimos 30 años, incluido los más sucios; IU quiere y no puede, porque tiene un pie al menos en cada charco. Porque hay quien domina y expolia y quiere hacer comulgar con esta rueda molinera, y ya no más, alguien debe defender a la mayoría despreciada y saqueada, no le pongan las siglas que podemos estar pensando: exijamos una renovación real a todos como condición de nuestro voto. Viene un cambio, las aguas han crecido y pronto nos calarán hasta los huesos, que decía Bob Dylan.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Enjuagar

ENJUAGAR, Huelva Información, 27-10-14



Todo pasa. Recuerdo cuando niño el espectáculo de lodos morados y espumas marrones y verdes del polo, la orilla enferma que nos han hecho olvidar con paseos marítimos, más recuperada por la falta de rentabilidad y el cierre que por voluntad de políticos o empresas. La rareza, lo lunar o marciano, un cierto surrealismo en mi concepción de lo natural provienen de nuestra contaminación.
Paso con mi hijo Julio por la puerta de la Celulosa; el chiquillo se sorprende porque ve el cielo transparente, “Papá, no hay humo”, me dice, y yo le respondo que tampoco la pestilencia que fue seña de identidad; nadie olvida ese olor a col descompuesta que abrazaba pegajoso; aparte del chascarrillo fácil, fuimos objeto de rumores interesados, como esa tontería según la cual la Celulosa olía mal pero no contaminaba; yo viví unos años en San Juan, doy fe de que olía menos allí que en la entrada de Huelva, por ejemplo, pero los vapores mefíticos del pueblo y sus marismas nos hicieron asiduos de las urgencias con los niños, curados milagrosamente al huir a pleno campo kilómetros más allá.
Hay una cierta nostalgia en ver ese gigante de acero inmerso en una quietud que lo priva del miedo que antes inspiraba. Es triste pasar por la instalación sin el olor a eucalipto astillado, sin el trasiego de camiones soltando ramones de árboles transportados por carreteras que impedían adelantar y nos obligaban a ver el paisaje, sin el bullicio alrededor de la fábrica limitado hoy a un puticlub... metáfora quizá de nuestra España decadente.
Pero tampoco oculto una cierta alegría contenida, pensando en las generaciones nuevas que oirán lo de la peste como una memoria de viejos. Hay algo más que me extraña. Supongo que verían la atinada viñeta de Daniel Rosell en estas páginas, en la que Ence cumplía su preacuerdo dando una enorme patada a un obrero con el culo en pompa; yo tuve la misma sensación que él. Se me enfada un colega (cordialmente) porque me oye recriminar la actitud de los sindicatos en esta historia, pero es que todo huele a eructo industrial: ahí teníamos al PP del alcalde concesionario, al PSOE bicéfalo opositor o gobernante, a la IU de todo un Vicepresidente onubense, las CCOO o la UGT y otros, todo un maremágnum del que apenas en un mes brota un consenso tan unánime que da miedo.
Hace algún tiempo que los sindicatos han perdido el papel que tuvieron, y el prestigio. No merece la pena recordar por qué, y lo digo con dolor porque se me ve el plumero de lejos; yo entiendo, sé, que una negociación tiene un componente realista, pero ¿imaginan este cierre en la Bahía de Cádiz? No hay un sólo nombre en este conflicto que haya elevado el tono un decibelio, ¿todos contentos?, me alegro, pero a mí, aunque sólo sea por recordar aquella muerte anunciada de un operario disuelto en lejía (pregunten a los trabajadores en privado), todo esto me atufa a Celulosa.

Póntelo

PÓNTELÓ, Huelva Información, 20-10-14



En unas semanas, donde vivo, detienen a un tipo que se exhibía a menores y me cuentan de otro que asedia a chiquillas, hasta que llegan unos vecinos a espolearlo. En Europa uno de cada cinco niños sufre abusos sexuales antes de cumplir los 17 años; muchos se ocultan por la cercanía del abusador o sus amenazas, o, lo que es peor, por la propia vergüenza del abusado, que paga doble pena: vejación y estigma.
Estos datos, de ASPASI, una asociación contra esta miasma, no nos sitúan ante los monstruos insólitos que la prensa nos vende... Un 20% de abusos contra menores hacen de éste un delito relativamente frecuente que revela nuestra psicopatía sexual o nuestra hipocresía máxima; no es tan excepcional. Yo, que miro la vida con perspectiva y alguna cana, no creo que la sociedad actual haya superado el tabú sexual; y por mi oficio hablo cotidianamente con gente de entre 14 y 17 años, que me confirman mis sospechas. Es verdad que ahora viene a los institutos personal sanitario con penes de goma a explicar cómo se pone un condón; es verdad que en 4º de ESO muchos han perdido la virginidad (o han ganado en experiencia, según cómo se mire); es verdad que ahora hay menos vergüenza a lucirse o practicar ciertas cosas... pero sigue sin existir una educación sexual que sea útil para las consecuencias de su práctica; tenían razón los mayores, eso se aprende sólo, pero saber qué es el agua no es dominarla y para nadar correctamente quizá es necesario un monitor, a no ser que nos conformemos con hacer el perrito y llegar de cualquier manera.
Un amigo sociólogo me dice que los jóvenes fornican imitando el porno, que es como creerse Spiderman; te caes. Si un profesor o una profesora intentara explicar cómo es más placentera la penetración y que manejos se deben tener; si intentara singularizar el complejo orgasmo femenino y enseñar a las muchachas a gobernar su cuerpo, a los muchachos el suyo, si les enseñara a compartir sanamente sus intimidades para mayor gloria de sus cuerpos nuevos... tendría a todo el mundo encima al día siguiente. Sólo hay que recordar aquel cuadernillo inocente de Ayamonte en Educación Infantil, o más atrás, aquella heroína de biología que pidió muestras de semen para mirar al microscopio (aquí mi reverencia), denunciadas por padres neuróticos.
El tabú sigue siendo el mismo, pero con la violencia de saber que ahí fuera en la calle puedo conseguir lo que me dé la gana; de ahí a la frustración, por la sima existente entre las expectativas no controladas y el resultado; el sexo es un porcentaje muy importante de nuestra felicidad y si no lo ve así acuda a un especialista, quizá esté a tiempo. Wert prefiere sustituir el civismo y el saber por catolicismo integrista y para nota; quizá algunos españoles conozcamos algún día el exilio, otra vez.