lunes, 23 de febrero de 2015

Estupor

ESTUPOR, Huelva Información, 2-2-15



El vídeo mató a la estrella de la radio, no quiero ni pensar las víctimas de internet. Traspusimos el año 1980 y todo cambió; lo describe el profesor Manuel de la Fuente Soler, especialista en las implicaciones sociopolíticas de la cultura popular: con el vídeo y la televisión por cable el contenido de los hechos cedió en favor del continente, desde entonces no importa lo que digas o hagas sino lo que parezca, la imagen que vendes; las camisetas se ponen estrechas para marcar... y algunos buscándonoslas anchas para estar cómodos... qué antiguos.
Es la época en la que los políticos (y la prensa, tan poco autocrítica) inventan lo de la "agenda". No importan los hechos, la realidad será lo que la agenda del político pretenda. Yo he visto desde dentro trabajar a algunos de ellos, como pequeños demiurgos marcando lo que interesa o no y la prensa bailando a su son. Pero no sé si lo han notado, hay un cambio de paradigma: mucha gente se ha cansado de mirar la tele para ver la realidad, mucha gente sabe lo que está pasando y no cree ya a los gobernantes en ejercicio; lo lógico sería que Rajoy ganara otra vez las elecciones, pero no le salen las cuentas. ¿Imaginan un PSOE con 15 escaños? En Andalucía nos embusten la martingala de la ruptura de gobierno para convocar las elecciones, Susana Díaz nos va a colocar su oferta a mayor gloria suya personal, habiéndose deshecho del lastre de una IU de todo menos extremista; y seamos sinceros, IU se queja con la boca chica porque sabía que no podía ir a estas elecciones del brazo de lo que han criticado y equiparado con la derecha más rancia. Esto: ¿existe el candidato del PP? ¿Quién es?
Lo de Grecia es un huello del cambio que se barrunta, ya no sirve la "teoría del establecimiento de agenda" que tan bien se saben los asesores, porque han vuelto los hechos y el político que no esté en la realidad va a perder su tren y su carrera. La gente no va a votar un programa sino a quienes no estén en el ajo porque ya se sabe lo que ocurre con los de siempre; se busca la novedad, cuídense quienes puedan aportarla de parecer como los otros, han caído iglesias mayores. Los datos de los mítines se los pueden guardar, ya no son relevantes. Los hechos son paro, desesperación, hambre, frío, empobrecimiento, limitación de libertades, estulticia gubernamental, burocratización de la democracia, desvergüenza de una "intelligentsia" arribista que mantiene un discurso progre y come de la mano del Poder.
No hay fin de la crisis, se ha convertido en estructura; y, aunque parezca una locura, la nueva economía-política tiene como reto frenar el crecimiento y equilibrar las diferencias, a pesar de que la teoría (interesada) diga que no es posible. Lo será. Ellos dirán que no, jugarán con nuestro estupor ante su malicia, pero no con nuestra estupidez, eso se acabó.

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