jueves, 4 de junio de 2015

Que os coja Dios confesados

QUE OS COJA DIOS CONFESADOS, Huelva Información, 4-5-15




Quiero salir en defensa del obispo J. I. Munilla y esas ideas sobre la sexualidad oreadas por la prensa, como que la masturbación es una agresión contra nosotros mismos (una vivencia mecanizada, automática, rápida y despersonalizada), que la homosexualidad requiere una sanación que reconduzca ese desvío de lo natural, que la T.P.M. femenina tiene como efecto la obsesión por la limpieza, que nuestra pasión por el camastro es la señal de cómo somos manipulados por el poder, que la Educación Sexual en los centros públicos es una mera enseñanza de la práctica genital o que la castidad es bella y atrayente...
Podemos hacernos una idea de la vida sexual de este hombre puro leyendo sus descripciones, y es digna de lástima, porque uno, que se ha gallardeado lo que ha podido solo y en compañía, no tiene ese recuerdo "mecanizado, automático, rápido y despersonalizado"; había días y días. Allá él con sus paranoias y sus concepciones ruinosas del amor humano; el problema es que hay un montón de chiquillas y chiquillos en sus manos y yo creo que transmitirles esta metralla neurótica debería rondar incluso el delito. Recordemos que es coautora del libro Begoña Ruiz Pereda, especialista en educación afectivo-sexual y responsable del programa "Aprendamos a amar" en la Fundación Desarrollo y Persona, a la que no pienso asistir salvo para dar una conferencia, sobre sexo mismo.
Él, con su amiga, podría defender su onanismo sexoerótico como más le compluguiera, no seré yo quien entre en sus vidas privadas. Pero aclaremos, la fundamentación de sus argumentos radica en la idea de un Ordenador del mundo que (cojamos a Tomás de Aquino) diseñó una Tierra consecuente con la divinidad de esa Causa Primera y que se expresa a través de una Ley Eterna; ésta se refleja en las creaturas de tres formas: la persistencia en el ser, la reproducción y, en el caso de las criaturas racionales, en la búsqueda común de la felicidad, que en el fondo es un volver al origen divino, Alfa y Omega de la realidad (Ley Natural). A esa secuencia debe obedecer la Ley Positiva, la humana.
A mí me parece una patochada como el sombrero de un "picaor", pero cada uno es cada uno... Ahora bien, si hay quien piensa que Dios evaluará esto para la salvación en vez del crimen de lesa humanidad contra los miles de inmigrantes ahogados en el Mediterráneo, que Dios ha hecho la sociedad con un orden "libre" y que por eso hay bolsas de pobreza cada vez mayores, que la jerarquía eclesiástica recibe casi como una maldición un lujo y una molicie que soporta con resignación, que la política no es cosa de feligreses serios que apoyan en la Renta a la Iglesia y votan lo que Dios manda, que los informes de Cáritas aunque sean hechos por cristianos competentes son mera información... sólo os deseo que os coja Dios confesados. A mí que me coja haciendo el amor, o follando, como gusten.

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