jueves, 4 de junio de 2015

Virtual

VIRTUAL, Huelva Información, 18-5-15



Veo deambulando en el ciberespacio un vídeo sobre Ciudadanos que apuntala lo que pienso, coincido en lo que expone y ratifica mi impresión de que este Podemos de derechas, anhelado por un banquero, es más neoliberal (o extremadamente conservador) de lo que admite su televisivo líder. Pero creo que se nos va un poco el santo...
Advertimos a los jóvenes que no se fíen de la realidad virtual de las redes sociales; que tener un centenar de amigos en Facebook, verbigracia, no es un dato de tu vida real, en la que con suerte puedes tener un puñado si no los machacas mucho. Nos percatamos de que estas redes están anteponiendo la apariencia, física e intelectual, a lo que somos en realidad; y la ansiedad que provoca el desfase entre el deseo y la vida termina en depresión: nuestro mal. Es curioso que nos resulte tan fácil diagnosticar la frustración de la ciudadanía tecnológica y, sin embargo, no nos apliquemos el cuento en política. Después llegan las elecciones y...
Si un partido no existe en la Red, tiene un problema. Pero ¿se puede obviar el valor de las fuentes? El vídeo del que hablaba al comienzo lo ha realizado, es claro, alguien que no tiene mucha simpatía por ese proyecto; lo que dice podemos suscribirlo pero ¿es una información contrastada? Por otro lado, ¿quiénes lo comparten? ¿Acaso cambiaría la opinión de los posibles votantes de Ciudadanos? En la Red descubrimos que, salvo alguna polémica que suele terminar mal, nos retroalimentamos con conocidos o gente con quien compartimos gustos, y al final seguimos solos. ¿Sirve de algo realmente la batalla en Internet?
Hoy tendemos a sacar impresiones precipitadas amparados por lo que creemos percibir cuando abrimos el correo electrónico o miramos las noticias en Google. Quizá eso explique, como ocurre con la (falsa) amistad, que a la hora de contar votos todo es mucho más convencional; no es que representen poco los nuevos partidos, pero los otros se mantienen por encima de su deteriorada imagen.
Un pueblo es culto cuando tiene capacidad para analizar las fuentes de las que bebe su información. Cuando no son fiables, estamos en el rumor. La mayor parte de lo que se encontramos en Internet no mueve a confiar, tendríamos, pues, que relativizarlo. Uno ve que los políticos (todos) usan las redes para difundir medias verdades, difamar sin responsabilidad, manipular la información (con ese vídeo se le propina a Ciudadanos un porcentaje mínimo del ataque sufrido por Podemos), crear, en definitiva, corrientes de opinión, sabiendo además el limitado alcance de estas cadenas de "me gusta"... Literalmente es un manoseo burdo de nuestras consciencias amparados en mentiras conscientes y la demagogia más chocarrera. Cada vez dependemos más de la no-información, o de la información interesada, malinteresada, quise decir. Desespero.

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