lunes, 4 de julio de 2016

Chicotá, 4-4-16

Cuando IU pactó con el PSOE de Griñán y entró en su Gobierno critiqué duramente esa posición; fue un error político y estratégico, a las pruebas en Andalucía me remito. No sé qué está pasando en Podemos pero, por momentos, parece que puedan cometer el mismo error. Los que hemos visto funcionar en las instituciones al PSOE sabemos que tiene una militancia admirable e ideologizada pero que quienes llegan a los cargos lo hacen por movimientos internos de grupos de presión, familias, intereses espurios, cuando no por corrupción pura y dura (44 familiares he oído en la radio que le achacan al presunto inocente Javier Guerrero en una sola jugada); ya sé que pagan justos por pecadores, pero es lo que tiene albergar tantos pecadores en la familia... No quiero recordar el boicot que el propio partido hizo a Parralo como alcaldable, por no venir controlada por el "number one" de Huelva y saber leer.
Lamento decir esto como hombre de izquierdas que soy, pero gobernar con el PSOE andaluz (el español ha perdido mucho fuelle y por tanto poder) es como gobernar con ese PP considerado por algún juez como una maquinaria delictiva; me dan arcadas las grabaciones valencianas pidiendo cambiar la hora de un partido de fútbol por la boda de una hija, nivel-cortijo. Si Podemos o Ciudadanos se dejaran abrazar por este sentimental llamamiento ("Yo soy tu padre", dijo Anakin), morirían abrasados por el lado oscuro. De ser yo votante de estos partidos nuevos, me resultaría indistinto que invistieran como Presidente a Rajoy o a Sánchez, porque lo mejor para España (no para estrategias de cargos o experimentos políticos) sería que los hicieran gobernar en minoría obligándoles a pactar diariamente con el demonio incluso, hasta dónde pudieran llegar, y después aquí paz y después elecciones.

No se trata del "ere" de FCC o lo de Abengoa, del incremento del paro, del déficit del Estado español tras las elecciones (nivel-cortijo otra vez), toda esa basura es la misma, lo diferente es la calidad de la misma: estamos en una situación crucial, no se puede arreglar esta economía porque funciona así, su esencia es corrupta, la decisión es promover un cambio estructural lento pero claro, porque este barco se va a pique, se augura otro colapso financiero pronto. Estamos en mitad de una revolución en apariencia menos cruenta que otras, pero gobernar con éstos (por el bien de España) es una falacia que sólo dará aire a los que creen que las reformas laborales son necesarias, que la presión fiscal es justa, que el modelo productivo no puede ser otro, que la enseñanza o la sanidad públicas son asistenciales (en favor de la excelencia privada) y que los valores de sociedad tradicional del cardenal Tarcisio Bertone (200.000 pavos del hospital infantil Bambino Gesù para reformar su ático de 600 m. en lo mejor de Roma) se resumen en una chicotá.

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