lunes, 4 de julio de 2016

Descubriendo Mediterráneos, 14-9-15

Siempre me han gustado las transparencias, ya lo decía JRJ: "La transparencia, Dios, la transparencia". Y hay dos cosas que me irritan del PPSOE en los últimos días: han descubierto que hay refugiados y que se debe rendir cuentas con los ciudadanos. Bienvenidas sean ambas novedades pero...
No entiendo el furor de ser translúcidos, esa insistencia en dejar manifiesto que van a dar razón de cada euro que se gaste. No me lo creo. Basta ver cómo se compone el Tribunal de Cuentas, por no hablar de los organigramas del Poder Judicial o de los miles de litros de tinta sudados por los secretarios de los ayuntamientos o las diputaciones de este país. Yo, que me siento robado (además de agradecido) por esta democracia que se autofagocita con corrupción y crisis del marco constitucional, no puedo creer en quienes han usado y usan las instituciones a mayor gloria de sus partidos cuando no de sus bolsillos; partidos que son máquinas de distribuir golosas prebendas laborales, porque en realidad el número de personas que se presentan a las elecciones no es tan grande, el problema es de fontanería y alrededores. Hay cientos de miles de pseudoburócratas lampando por encubrir operaciones económicas, jurídicas, empresariales, especulando contrataciones con información privilegiada de todo tipo, y se les puede perseguir con una normativa pero siempre van por delante, es su oficio, son especialistas en leyes... por eso usted y yo somos unos "pringaos", de ellos es el poder y la gloria. Tiene su curro, eh, no crean, a más enredo más beneficio, no duden. Necesitamos un cuerpo de funcionarios de élite por oposición, muy bien pagado y con una normativa específica anticorrupción contra ellos con penas de cárcel desmesuradas y multas equivalentes, y total libertad para entrar donde les dé la gana y cuando quieran, motu proprio, en horario público. Eso sí que asusta. Y no se hace. Lo otro son martingalas para colocar a otra prima.
Lo de los refugiados clama al cielo. La teoría yanqui del "Hijo de puta, pero nuestro hijo de puta" ha calado por aquí. Damos cobertura a regímenes de dudosísima calidad democrática como Marruecos, o a dictadores por las claras como en Egipto o Siria, la retahíla sería larga... Los USA en Sudamérica justificaban los crímenes militones con la excusa de frenar el marxismo; nosotros tenemos al Estado Islámico. A quién importaban los millones de muertos represaliados en América... lo mismo que los árabes de ahora, después de años de guerras interesadas e inhumanas (valga lo redundante) y puramente estratégicas. Pero nos llegan oleadas de nuestras víctimas (a muchos los paramos antes en Melilla) y nos rasgamos las vestiduras. Quiten el color a la pantalla de su televisor. Así huyeron nuestros abuelos del franquismo en el 39, así fue la Segunda Guerra Mundial. Morimos de podre y nos perfumamos con la alta costura europea. Qué asco.




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