Quizá
se sienta usted perdida, no se culpe; lo estamos. Todo periodo de
crisis es incertidumbre y pasión. Nuestra mentalidad lineal, lógica
(monoteísta) nos hace lampar por la Razón: si no funciona ¡que lo
arreglen!, clamamos. Pero olvidémonos, esto no se va a arreglar
porque estamos en época de cambio del paradigma dominante, esto es:
las soluciones del pasado ya no valen.
No
es un proceso de un día para el siguiente, las ideas no se van
suceder sustituyéndose unas a otras. Veremos, estamos viendo ya que
los sistemas colapsan por complejidad; cuando la teoría vigente se
vuelve tan compleja en sus respuestas que pierde agilidad y velocidad
en las respuestas necesarias, cuando crea problemas nuevos en vez de
dar soluciones, las alternativas antes despreciadas por
simplificadoras se elevan como operativas, porque no necesitan el
aparataje de lo viejo: el anciano siempre reprocha al joven su
desconocimiento de la vida, sin embargo es éste quien va a tomar las
decisiones y a equivocarse porque su vida, la suya, está por vivir.
No
debe extrañarnos lo sucedido con la formación de Gobierno, tras las
últimas elecciones un periodo histórico ha alcanzado su clímax. El
PP agoniza de puro agotamiento, ya han cumplido su única misión
psicopolítica: demostrar a papá que eran capaces de copar el poder
y forrarse (vienen detrás los nietos "naranjas"); un PSOE
con peluquín y arrugas rellenas de bótox, ha mirado a su alrededor
y al mismo tiempo que constata ser coetáneo y vivir en su enemigo,
esto es: si éste se va, él también, ve con el horror de quien no
asume su realidad que unos jovenzuelos "piojosos", madres
recientes e ilusionadas, universitarios sin cátedra aún, se pasean
por el Congreso con el desparpajo adolescente que creía conservar,
como la Baby Jane de Bette Davies vemos regresar a Corcuera y sus
patadas, a un Felipe González-Darth Vader totalmente abducido por el
lado oscuro queriendo absorber la energía de los otros o a un
Alfonso Guerra que se confiesa Sancho Panza y quiere, sobre todo,
como los otros, que nada se mueva, aunque se queden los azules.
Porque
todos éstos son la derecha, protegen su sistema, sus vidas, sus
privilegios, sí, ahora más que nunca demuestran ser una casta, unos
de nacimiento, otros nuevos ricos; te piden que elijas o el mal con
nosotros o el desastre con ellos, no existe la felicidad, no hay
remedios, no hay futuro, sólo el presente en el que ellos viven a
cuerpo de rey sacrificando sus ideas por nosotros, porque la realidad
manda. Pobres.
En
verdad os digo que los nuevos serán los viejos algún día, y
Errejón llamará joven irresponsable a un maromo dentro de unas
décadas, cuando otra generación haya periclitado. Ocultar la
realidad no impide que estés más turbado, como el Presidente iraní;
el Parlamento refleja una sociedad nueva, sólo los cadáveres lo
niegan.
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